¿Cómo cuidar a un perro con parvovirus?

No hay nada más triste para los dueños de mascotas que descubrir el parvovirus en alguno de sus cachorros. Cuando esto sucede inmediatamente pensamos en que nuestro amigo perruno morirá inevitablemente ante nuestros ojos. 

No obstante, aunque en definitiva esa es una horrible situación y en algunos casos su desenlace es fatal, también existe la posibilidad de que el perro mejore, pero para ello, es necesario cuidarlo diligentemente. 

A continuación, en este artículo te describimos cómo se debe cuidar a un perro con parvovirus adecuadamente para aumentar sus posibilidades de sobrevivir al virus. 

¿Qué es el parvovirus y cómo se contrae? 

Para entender cuál es la mejor manera de cuidar a tu mascota, debes comenzar por entender cómo funciona el virus y cómo fue que el cachorro se contagió. 

En primer lugar, hay que comprender que el parvo es uno de los virus más graves que pueden contraer los caninos. Pero, por suerte, esto se puede prevenir al aplicar una vacuna adecuada. 

Debido a que este virus tiene una tasa de contagio bastante alta, la vacuna en los cachorros es fundamental para disminuir su incidencia. Sin embargo, también hay que entender que lamentablemente, aunque el perro esté vacunado, puede contagiarse en cualquier momento. 

El parvovirus afecta las células de todo el cuerpo, siendo las del tracto intestinal y de la médula ósea las más afectadas.

Aunque los cachorros son los más susceptibles a la infección, también pueden padecerla perros adolescentes y adultos, sobre todo si no están vacunados. 

Pero, ¿cómo contraen los perros el parvo? 

A diferencia de lo que piensa la mayoría, este virus no se propaga por el aire, sino que se transmite por contacto con heces o superficies contaminadas. Debido a su resistencia, puede vivir por meses o incluso años al aire libre, esperando a entrar en el organismo de algún animal para atacar. 

Síntomas del parvovirus 

Los síntomas empiezan a aparecer en los perros del tercer al séptimo día desde la infección y a menudo el primero de ellos es la falta de apetito y la fiebre. 

A medida que el virus se expande en el organismo, comienzan a aparecer otros síntomas como: 

  • Vómitos. 
  • Náuseas. 
  • Pérdida de peso muy rápida. 
  • Fatiga 
  • Dolor abdominal 
  • Deshidratación. 
  • Diarrea con sangre. 

Este último síntoma es el sello distintivo del parvo. La materia fecal estará mezclada con sangre y tendrá un olor bastante desagradable. 

¿Se puede prevenir el parvovirus con la vacunación? 

Si bien la vacuna es un paso importante para evitar que el perro enferme, hay algo que los veterinarios no nos dicen: 28 % de los cachorros que son vacunados todavía contraen el virus. 

Eso significa que la vacuna no termina con todas las posibilidades de que el animal se infecte o que sobreviva a la infección. Por lo tanto, hay que tomar medidas de prevención adicionales. 

Así que considera esto…

Tu mascota debe tener un sistema inmune fuerte. Esto se logra dándole una alimentación balanceada, evitando croquetas que proporcionen demasiado maíz, residuos sintéticos o trigo. En lugar de esto, procura que consuma la mayor cantidad de nutrientes naturales que pueda. 

Además, hay que tener cuidado con los lugares que visita el animal. Eso no quiere decir que se debe mantener encerrado, sino todo lo contrario, ya que cada vez que se expone al exterior desarrolla inmunidad naturalmente. 

¿Cómo cuidar a un perro con parvovirus? 

El perro puede tardar bastante tiempo en recuperarse (de 5 a 10 días), dependiendo del daño causado por la infección o de su gravedad. 

Lo primordial es llevarlo al veterinario para que este lo diagnostique y evalúe su salud en general. Hay que tener en cuenta algo muy importante y es que el parvo no mata al animal, lo que conlleva a la muerte son las infecciones secundarias y la deshidratación. 

Por esta razón, tratar los síntomas presentados debe ser la prioridad. Además, no existe un tratamiento en específico que ayude a eliminar el virus del organismo. 

De acuerdo a esto, el tratamiento de recuperación, será una combinación de la prescripción médica hecha por el veterinario y de los cuidados que puedes darle en casa. Nuestras recomendaciones son las siguientes:

  • Proporcionar una dieta de fácil digestión en la que predominen los alimentos blandos. 
  • Administrar Sales de Schüssler. Estas son sales de tejido celular que aportan al organismo los minerales perdidos durante la deshidratación. Se suelen conseguir en tiendas naturistas.
  • Probablemente, el veterinario prescribirá antibióticos y medicamentos antiinflamatorios. 
  • Si la deshidratación se encuentra en un punto muy crítico, se debe corregir con líquidos intravenosos. 
  • Es importante desinfectar las áreas contaminadas. Puedes lavar las superficies con una mezcla de ¾ de cloro en un galón de agua. 

Para finalizar, no olvides que el mejor remedio para tu mascota es tu compañía y atención. 

Foto cortesía de Dominik QN en Unsplash

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